Classical Chinese dance ‘Once Upon a Time in Luoyang’ by Tang Shiyi | 舞蹈:唐诗逸《洛阳旧事》| CNODDT
LAO-TSÉ
Flying apsaras in Dunhuang 敦煌引
BEBIENDO SOLO A LA LUZ DE LA LUNA POR LI PO
【中國風】超好聽的中國古典音樂 (古箏、琵琶、竹笛、二胡) 中國風純音樂的獨特韻味 – 古箏音樂 放鬆心情 安靜音樂 冥想音樂 – Hermosa Musica Tradicional China
LAO TZU
Silk Road Harmony is a Music & Art channel: Relaxing guzheng, flute, ASMR & old watercolor painting.
SU T´UNG-PO (1036-1101)
The Sound of Inner Peace 1 | 528 Hz | Relaxing Music for Meditation, Zen, Yoga & Stress Relief #2
LAO -TSÉ
週末最好聽的45首純鋼琴輕音樂 放鬆解壓 – 純鋼琴輕音樂-美妙的音樂 – 讓人感到平靜的宮崎駿音樂 – 轻松的钢琴音乐, Music for Sleep
NOCHE PROFUNDA (YUAN CHI , 210-263)
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MATEMÁTICAS ANCESTRALES (Google , no consignan al autor Derechos a quien corresponda ):
Para poder nacer, tuvimos que haber necesitado de:
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2 Padres
4 Abuelos
8 Bisabuelos
16 Tatarabuelos
32 Choznos
64 Pentabuelos
128 Hexabuelos
256 Heptabuelos
512 Octabuelos
1,024 Nonabuelos
2,048 Decabuelos
Solamente para las 11 últimas generaciones, fueron necesarios 4,094 ancestros. Para que puedas estar aquí hoy. ¡Cerca de 300 años antes de nacer!.. Piensa por un instante: ¿Cuántas luchas?, ¿Cuántas guerras?, ¿Cuánta hambre?, ¿Cuántas dificultades?, pero también… ¿Cuánto amor?, ¿Cuánto cariño?, ¿Cuántas alegrías?, ¿Cuánta esperanza?, ¿Cuánta fuerza?, tuvieron que vivir todos estos antepasados para que tú puedas estar vivo. Nosotros sólo existimos gracias a todo lo que cada uno de ellos pasó… Gratitud a todos los antepasados, sin ellos no tendríamos la felicidad de conocer lo que es la VIDA.
FANNY JEM WONG: EN LA HONDURA DE ESA VERDAD QUE ENCIERRA TODO «LA MÉDULA NOCTURNA»
FANNY JEM WONG: EN LA HONDURA DE ESA VERDAD QUE ENCIERRA TODO CONOCIMIENTO.
Escribe: Teodoro J. Morales.
En “LA MÉDULA NOCTURNA” (1) la poesía es enriquecida con el conocimiento y búsqueda de la verdad, en este poemario, FANNY JEM WONG (2), como lo indica Winston Orrillo- entrega: “Una poesía que se hermana con la filosofía, con la psicología”, en la que, “se adentra en los meandros del fragoso mundo en que vivimos (mejor dicho, mal vivimos)”.
Pocos, en la poesía, ingresan a ese universo abstracto del conocimiento profundo que se acerca a la verdad, y Fanny Jem Wong “da la grata sorpresa de ingresar al terreno de la especulación filosófica”, en este libro de poesía- que entrega
En “La Médula Nocturna”, se publica treinta y ocho poemas breves, en los que- la vida trata de dar luz y descubrir al entendimiento esa verdad que ella encierra, en el que “El pasado, el presente/ son solo figuras etéreas”.
Cuando dice:
(“La noche, el día/ la penumbra, la luz,/ fugaces ilusiones/comparten el vacío,/ lo intrascendente”). Nos pone frente a una realidad frágil / fugaz, de aquello que no da razón de ese absoluto que lo envuelve todo.
“La realidad vive ajena
no hay espacio, ni tiempo.
El tiempo, el espacio,
los instantes
pequeños universos.
Por las noches son aires,
son negras velas
que aquí se alimentan”- Poema VI, p.20).
La palabra (en la poesía de Fanny Jem Wong) trata de encontrar resquicios por los que el conocimiento pueda dar luz y explicarlo todo, pero-no es sencillo.
Todo- discurre en ese universo infinito de ese espacio que se mueve y es tragado por ese vacío sin fin donde se existe- como si fuera la nada, donde el tiempo y el movimiento (la noche y el día de la vida y la muerte) se divierten en medio a esa luz que lo gobierna todo. En verdad, que complejo es todo- en el que… se pierde en esas abstracciones que desarrolla uno y otro sin que nadie aún haya conseguido interpretar , ni definirlo.
Todo lo que existe se mueve entre esos elemento (agua, aire, fuego, tierra, anima, polvo, viento, fuego, arena, átomos), en los que juegan en aparente libre albedrío en permanente equilibrio- tratando que la armonía no se altere en esa obscuridad que envuelve toda esa fuente de vida que existe. La vida- se mueve dentro de ese cúmulo de aparentes contradicciones, en el que va en eterna búsqueda de su origen, tratando de que la verdad hable de una u otra manera. Fanny Jem Wong, en LA MÉDULA NOCTURNA va por ese camino, tratando de encontrar esa luz, y, como lo señala Orrillo, “discurre como por su casa en medio de los avatares de un mundo que intenta aprehender”.
NOTA:
1.- “La Médula Nocturna”. Autor: Fanny Jem Wong. Primera Edición: setiembre 2021, 56 pp. Editor: GAVIOTA AZUL EDITORES de Víctor Ataucuri García. Carátula: Fotografía de Fanny Jean Wong. Se termino de imprimir en setiembre del 2021. – “Fanny Jean Wong Poesía y Filosofía” por Winston Orrillo. Formato:14.5 x 20.5 cm.
(2).- Fanny Jean Wong nació en 1964. (escritora, promotora cultural, docente universitaria). Miembro de la “Sociedad Literaria Amantes del País-Perú.
Song from a Secret Garden🌿신비로운 감성의 첼로연주🖤
Canon in D (Pachelbel)Violin,Flute&Piano
1 Hour Dizi Chinese bamboo flute【9】❤Dong Min❤อาหมวยแก้มซาลาเปา❤เป่าขลุ่ยจีน❤
¿QUIÉN devoró tus manos para el polvo? ¿De qué balcón colgaste Las sábanas blanquísimas Estampadas en tu cuerpo de verónica? Lloran las ventanas, Las paredes lloran. Los hijos que no has parido nunca Invocan tus senos de verdades Rendidas en la tierra Ante jacas infértiles, Eternamente locas. Ya no hay mañana para ti. Se fueron Las últimas estrellas de tus noches de agosto. ¿Cómo te has muerto ahora En estas alcobas tan de barro, Tan de misterio, sin sangrar los besos? Ya no vendrán los pinos A llorar con sus larvas plañideras, Ni tu boca dirá las palabras de siempre. Te has ido Y parece que aún no habías llegado A anunciar por las calles Tu muerte vespertina. Ya no te morirás. Tu cuerpo aguarda La llegada de todos los veranos, Del otoño, del hielo. Tu semilla La tienes ya sembrada: Recogerás abrojos, cardos, olvido.
JOSÉ LUIS PUERTO (España, 1953)
Ella
Viene despacio entra tropieza con mi tos con mi costumbre de dejar la nuca en cualquier parte viene despacio ordena mis silencios desata las palabras necesarias recibe la correspondencia de mis ojos viene despacio a tender sus manteles de ternura viene despacio apenas hecha humo para no despertarme se abre paso entre vasos arrojados al día retratos de mujeres noches de bronca y noches de ginebra viene despacio con su enchape celeste subiéndose a mis mástiles viene despacio entra se arrodilla al borde de mi alma y junta los fragmentos de mi risa después… se vuela azul como la tarde.
JORGE BOCCANERA (Argentina 1952)
Ella cantaba estrenos
Querida señorita que aquella tarde del pecado mortal lóbregamente abrístete al temor y temblor los dedos cuya uña vibrar quebrar iban luego a rasgarte descubriste el hombro rosa la pared luminosa de la espalda las caderas redonda miel que aleteabas huías fenecías de amor líquido olores y amoníaco arcos violentos te llenabas de sustancias espesas fortalecías y los músculos de asombro dibujaban sombras y grutas nuevas ¿por qué ahora te disfrazas pintas las grietas cubres las amadas? ¿por qué ahora miras el reloj buscas una calle?
FÉLIX DE AZCÚA ( España, 1944 )
Eres fría
Eres fría. A tus labios no se asoma ni la risa, ni el grito, ni la queja. Estatua fueres en la Atenas vieja, mujer no fueres en la vieja Roma.
Como estatua de sal, si a veces toma gesto vibrante el arco de tu ceja, es porque en tu pupila se refleja el rojo incendio de infernal Sodoma.
Tú desdeñaste a jóvenes de brío. Y en matrimonio trágico y sombrío a un anciano te uniste sin conciencia;
y la justicia del amor burlado, como que eres de sal te ha condenado a que te lama el buey de la Impotencia.
JOSÉ SANTOS CHOCANO (Perú, 1875 – 1934)
Espalda
Te vas. algo me dejas cuando me das la espalda. Llueven colmenas desiertas y abejas sin alas.
DANIELA MAZZEO (Argentina )
UN POEMA DE PEDRO SIENNAEsta vieja herida que me duele tanto…
Esta vieja herida que me duele tanto, me fatiga el alma de un largo ensoñar; florece en el vicio, solloza en mi canto, grita en las ciudades, aúlla en el mar.
Siempre va conmigo, poniendo un quebranto de noble desdicha sobre mi vagar. Cuanto mas antigua tiene mas encanto… ¡Dios quiera que nunca deje de sangrar!…
Y como presiento que puede algún día secarse esta fuente de melancolía y que mi pasado recuerde sin llanto,
por no ser lo mismo que toda la gente, yo voy defendiendo románticamente ¡esta vieja herida… que me duele tanto!…
PEDRO SIENNA (CHILE, 1893 – 1972)
Estoy en ti
Estoy en ti buscando vegetales en tu origen. De tu vientre los musgos si levanto el árbol humedeces y transformas, si canción o río desbordado te yergues del ritmo a las orillas. Estoy en ti -desnudo- como niño que juega a las auroras. Reverbera la casa con tu nombre compañera que fuerzas a erigirme. Materna niña nuestra vuestra, heme aquí contigo rescatando la hierba a los umbrales.
OSCAR WONG (México, 1948)
Flor de ayer
Roto el jarrón. La flor durmió todo un invierno. Sé cómo termina un amor, cómo se ha ido.
ALFONSO CALDERÓN ( Chile, 1930 )
Gravitación del retrato
¿Acaso no he tocado tus palmas y tus yemas, no he fluido a través de ti, y en torno de tus talones? ¿Cómo entré? ¿No era yo acaso tú y Tú? Ezra Pound
Entre el agua y la sombra, a orillas de una sedosa mirada nocturna y en la mitad ardiente del abrazo la lámpara nos une como una caricia, como una flor espejeante a un hombro perfecto.
(No sé si he respirado los rayos de su luz y si al mirarte una impalpable lágrima aproximo, una abrigada pluma, una burbuja irisada, un titubeante círculo de amor y de sueños).
Ajena al paso de mi voz, al incesante fuego que va contra el olvido, retirada a música inmóvil había de escucharte,
Detenido en silencio todo cuanto tocas, rostro, vaso de fugaz derredor, madura espalda.
JAVIER SOLOGUREN ( Perú, 1921 )
Gritan allá lejos, escuchad
Para poder siquiera los dos acercarnos necesitaríamos siglos de instantes como este instante. Para que pudieran morir las aguas más sucias, para que pudieran brotar las aguas más claras.
Aquella sed, los gritos, el pájaro amarillo que cantaba ayer tarde y te ponía triste. Aquel candor feroz de tus ojos de esponja en el momento cumbre, al desplegar los párpados.
El viento, el mar, las más bellas palabras que pronuncia un hombre a la hora de morir. El verte y el no verte. El deslizar los dedos por las venas muertas de tus manos vivas.
Todo es vana poesía. Todo se ha convertido en inútil deseo de un deseo de amor.
Para poder siquiera los dos acercarnos necesitaríamos siglos de ternura como esta ternura.
AGUSTÍN DELGADO ( España, 1941 )
Guerra sucia
Amaños, arterias, trucos del corazón que aplacan la conciencia cuando les damos vuelta. Francisco Díaz de Castro
Sospecho que jamás volveré a verte. Sospecho que será mi amor tan corto como el viaje en un tren de cercanías, que no apartarás, durante el trayecto, la mirada del libro que sostienes con firmeza entre las manos, ajena a la lluvia, al paisaje, a mi presencia.
Mientras, el silencio pasa rozándote, rozándonos los labios hablándome de ti, de la noche que se acerca insegura, humilde y vacía como la próxima estación, como el próximo fracaso.
Indiferente y sola, te marchaste. En el aire viciado del vagón quedó flotando el poso de la nostalgia. Perseguí a través del cristal el fantasma de un recuerdo, si hermoso o terrible, lo desconozco. Pero no renunciaré -porque me pertenece- a la lectura de ese joven cuerpo ala deriva, a inventar un pasado, a defender la bondad de los sueños.
Tal vez, años después, ya casi viejo, me arrepienta de las horas perdidas observando cómo el deseo mancha las paredes insomnes de la casa, cómo cubren de escombros y hojas muertas el jardín. Tal vez piense que, en el fondo, todo tiene un precio, que fabriqué una historia, una vida fantástica, irreal que -como advertía Rilke- debo olvidar para hacerla únicamente mía y que desdibujo sin pudor como argumento para emborronar unas cuartillas y engañar así al inocente lector que me cree sincero y siente, quizá, en su propia carne la herida informe, no cerrada del amor traicionado.
Depende de mí, de si continúo o no este juego que vivas o mueras. Con un golpe de suerte, con los dados trucados puedo desenmascararte.
“De Corriente subterránea”
CARLOS ALCORTA (España 1959)
Hiperestesia
Tiemblas, y tus cabellos locos se desparraman como garfios de sombra en tu carne jugosa. Mis manos, hogueras de cinco llamas, lamen el mármol de tu cuerpo hasta ponerlo al rosa.
Extendida a mis pies como una blanca alfombra tiemblas; con tus temblores versos de angustia plasmo. Tu labio es un sendero de sangre hacia el espasmo: eres un surtidor de fiebre entre la sombra.
Mi boca como un sello en tu boca se graba y en las morbideces de tu seno caldeado tiempo. mi pupila, ampolleta de vértigos, se clava.
Hincado en ti, como una garra de escalofrío, me extinguiré, mis nervios como un humo rosado irán en espirales de besos al vacío.
MIGUEL ÁNGEL LEÓN (Ecuador, 1900-1942)
Historia de tu ausencia
Si ahora digo amor tal vez no diga que la ausencia me mira del fondo de tus ojos, que aquí estuvimos juntos, que fue hermoso y que el sol conocía tu perfil de memoria. Tal vez sea imposible que alguien sepa lo claro, la luz que fue llevarte de la mano pequeña como a un tallo mecido por un viento de música hacia los territorios donde aguarda el silencio.
Y ya que estás distante, qué pensarán los árboles qué dirán las canciones, cómo verá la noche mi soledad de río; dónde pondrán su ronda los niños de la tarde, adónde irán los pájaros sin tu risa y mi silbo y la calle tan sola con sus puertas inútiles y las sombras sin besos y los perros perdidos; ahora que la ausencia me interrumpe la boca, ahora que me esperas tan allá de los niños.
Se nos ha muerto el año. Yo le veo el invierno hecho de un sólo frío, de un solo tajo solo a la mitad de agosto, de una dura distancia… larga, definitiva. Porque de pronto sobran los barcos, los andenes y de pronto este rumbo ya no tiene sentido como si nadie fuera hacia ninguna parte o alguien hubiera muerto a mitad de camino.
Alguien. Mi voz. Tu pelo. Las cosas que no dije. La flor de tu vestido. Se nos ha muerto el año donde dejé tu nombre para que recobrara su condición de estío.
Ya no sé, nunca entiendo estas precarias sílabas, cosas que no recuerdo de pronto me dominan: ¿te dije que tenías la piel como de humo? ¿que de estarme en tus ojos me conozco el origen? ¿te he enseñado el misterio de los árboles solos? ¿sabes ya que tus manos son dos siestas dormidas?
No sé, nunca recuerdo tanta distancia, tanta canción que no he cantado cuando anduvimos juntos. Me dolería mucho no haberte dicho todo lo que llevo en la boca casi como otra risa.
ARMANDO TEJADA ( Argentina, 1929-1992 )
Hoy me estoy abandonando de ti amor…
Hoy me estoy abandonando de ti amor estoy fuera en las higueras cargadas y las aguas de las nubes pero no fui yo quien eligió partir una nave extraña que me robó tu mano me succionó la decisión
¡cómo parten mi amor las ramas en el río bajaban escaleras de preguntas como tu boca y mi boca se abrasan atontando esta distancia que buscamos aún no aún no podemos -arder como frágil leña en los incendios de las selvas las casas del mar como somos dos caballos cuatro peces y un larguísimo aliso tejiendo dibujos por el viento movido esas hojas el jugo de estas venas es sangre de animal asesinado!
¡cómo parten mi amor los pájaros hacia el más allá! tal vez golondrinas en los tejados posen hoy la palabra que no digo pero cómo clavaron los veleros arrastrados huyendo de la tormenta cómo clavaron nuestros movimientos secos -de un golpe- contra las paredes!
¿deserción móvil? mi amor porque te amo
XELA ARIAS (España, 1962)
Jardín del cementerio
Una hoja resbala desde el árbol y es tu mirada la que, vuelta mano, detiene su caída unos instantes; luego toca la tierra humedecida por la blanca llovizna del verano y se confunde con un montón de hojas arrugadas. Huele a calas, jazmines, crisantemos.
Das media vuelta y piensas en cuándo serás tú, si caerá nieve. Escribe un nombre propio el tiempo en cada lápida y sin embargo, hermosas, cuelgan pequeñas flores del almendro.
ANDRÉS NEUMAN (Argentina, 1977)
La rosa
Esta rosa en el cielo, inmóvil, pura; y este aire, que la cerca, y la convida: y ella, en su propio sueño suspendida, serena, en su voluble arquitectura.
Es casi de cristal, en la segura presencia de su línea estremecida: tan perfecta, en el tono, y la medida, exactos, de su tedio y su hermosura.
El aire pasa, y ella, sola, queda, embriagada en su tácito perfume, oculta entre su tálamo de seda. Y en la alta noche su virtud resume trémula gota que, en la sombra rueda, y en estéril silencio se consume!
JOSÉ UMAÑA B. (Colombia, 1899-1982)
Las doncellas
Una doncella tendida es un continente virgen o un inviolado bosque rodeado de misterio.
Hay en la cabellera pájaros encendidos como a la orilla de los ríos sagrados, la cabellera de árbol-de-la-noche-triste.
Un enjambre de besos tiembla sobre su rostro igual que las abejas sobre el rostro del nardo.
Las manos, donde aprende caminos la fragancia, acuerdan los antiguos incensarios de barro.
Los hombros tienen la suavidad de los helechos y el brillo de los astros anónimos y puros.
Resbala en las cadenas de opulentos contornos el peligro de seda de las panteras negras. El mármol desvaría columnas en los muslos y el ónix se enloquece de límpidas arcadas.
en los pequeños lagos detrás de las rodillas las libélulas soplan las flautas de los lirios.
Y en los tobillos de oro la música reviven el espectro remoto de danzas primitivas.
Inmóvil y desnuda es sagrada como los bosques.
OTTO RAÚL GONZÁLEZ (Guatemala, 1921)
Las medias blancas
Tengo unas medias blancas de encaje que me pongo cuando me visto el traje negro de los recuerdos. Son unas medias finas, hambrientas de fantasmas que hacen juego con los pájaros interiores, oscuros.
Las piernas, penetradas por estas bocas blancas, levemente se abren con signos vegetales.
Los hilos amanecen mi piel, brotan, perdiéndose, entre los elevados pensamientos más íntimos.
En derredor: imágenes de ocupación pelviana, soberbias latitudes desde el puente atestiguan la entraña y las enaguas levantadas al vuelo.
¡Qué holgada está la tela de la falda de flores, la rodilla suavísima con olor a naranjas!
Por los muslos se agrandan los dibujos henchidos, son copos invisibles calcinando altas cumbres. Me infunden sobresaltos, me clavan dulces flechas, tan finas son las mallas que saltan los engarces y hasta el ocre desierto los poros me rezuman feroces desatinos, presagios entreabiertos.
Siento flores y manos crecer entre las piernas y más arriba el musgo tapando el azulón vellón de la albufera.
No podría ponerme estas medias sabiendo la gracia que se esconde, generosa, en tu boca. Espumosas persisten, sin causa me rodean, temibles de tu roce, sin fatiga, explorando.
ISLA CORREYERO ( España, 1957 )
Laetitia in umbra
Odalisca de harén que me enamora, la hora de su cita es la que aguardo para aspirar la esencia embriagadora de su carne, olorosa como nardo.
De sus ojos la llama abrasadora me enardece, punzante como un dardo, ya su cuerpo de diosa triunfadora le rinde parias mi laúd de bardo.
De la noche en la sombra misteriosa, en el muelle diván color de rosa le brindo mis caricias, mis excesos;
y turbando el silencio de la alcoba en nuestras bocas, que el placer arroba, estallan, resonantes, nuestros besos.
ADRIANO M. AGUIAR (Paraguay, 1864-1912)
Ligero como el canto que no acaba…
Ligero como el canto que no acaba Se ondula tu recuerdo en el verbero. Regresa y es el mismo. Despierto y no es un sueño, A tu vuelta inocente encadenado. La voz no sabe lo que canta. Tallas mi vida y no lo advierto. Hablo, Y siempre ignoro de quién hablo.
JOSÉ CARLOS CATAÑO (España, 1954)
Los pájaros divinos
Júpiter -que en el cielo del Paganismo asoma con el supremo brillo de la más noble estrella- de un cisne se depara la forma blanca y bella por que Leda le embriague de su carnal aroma.
El Espíritu Santo -que la Iglesia de Roma consagra en la trimurti donde su Dios destella- por gozar el aroma de la núbil doncella viste la forma bella de nítida paloma.
¡La paloma y el cisne! ¡Siempre el blancor alado, siempre el albor con alas, en inefables curvas, propicio a los misterios del divino pecado!
¡Oh cisnes y palomas! ¡Oh pájaros propicios al Dios en celo! Adoro lo que ignoran las turbas en vosotros: el alma de los sumos fornicios…
ALFREDO ARVELO LARRIVA (Venezuela, 1883 – 1934)
Los pájaros no aman
Los pájaros no aman pero cantan canciones que sí amamos son de amor. En el bosque de las mimosas el polen perfuma tu cuerpo. Amar es una herida de luz. Vivimos un instante de góndola y peces dormidos. Despertamos en el dolor. Tus ojos son dos corazones, dos ánforas de bálsamo. En el céfiro de los heliotropos tu corazón es una dádiva. Las flores no aman pero iluminan el amor y lo decoran.
JOSÉ ANTONIO MASOLIVER España, 1939
Los tiempos jubilosos
1 Aunque la piel se gaste yo quiero despertar y hallarte cerca, contigo amanecer día tras día. Yo quiero detenerte, quedarme en tu mirada para siempre.
2 Y cuando caminemos y el aire nos divida o se atraviese el miedo serán tus ojos únicos los que me den la mano.
3 Nos habla esta ciudad con un idioma de alas y barcos, esta ciudad de Seatle en donde resucitan los recuerdos. Esta ciudad azul tiene un costado ardiente y tiene mil esquinas en donde se han amado nuestros pasos.
4 Hoy puedo agradecerte por esta mariposa de placer, por esta gota ardiente que pones en mi piel alucinada, por esta luz de fresas que traes en la punta del silencio. Te doy amor las gracias por este nuevo vino que me ofreces.
VIOLETA LUNA ( Ecuador, 1943)
Lumbre secreta
Un silencio de rosas te perfumaba el pelo, la sombra de la ausencia movía los rosales, una sonrisa ardiente iba quemando el alma.
Las islas cambiaban sueños en la noche, el amor regalaba sus nobres a las cosas. Olvidar era un poco aprender a morir.
Ausencias y ciudades continuaban uniéndome en el sueño, volvía la ola a relatarme tu infancia, pero el tiempo había encanecido de pronto y sólo era posible escuchar una lluvia invisible en la última galería del corazón.
ALBERTO BAEZA FLORES (Chile, 1914 – 1998 )
Luz usada
Quedó tendido el tiempo y nuestra piel en el último rayo que entró por la ventana.
Cuando regrese el sol, tras la tormenta, su luz estará usada: en el color que habita entre mis manos descubrirá que has sido mariposa.
CARLOS BRIONES (Alemania, 1969)
Mademoiselle Givenchy
(Escarlata O’hara)
Me has dado la alegría de tus altos tacones, el bebedizo alcohólico de tus medias de zorra y la provocación del color de tus ojos que Valera robase en Pepita Jiménez. Me has seducido, en fin, con tu carmín idólatra y el tóxico feroz de tus cejas negrísimas.
Y me has dado también el licor de tus labios, el spleen de Madrid en las tardes de otoño, el aroma de kif de Valle en sus Sonatas y una luz turbadora en el show de los palcos. El gesto y desafío devoto y altanero- que Marilyn brindase al cuento de Capote.
En la noche más honda tu presencia ilumina la amarga y devastada ausencia de la aurora, y la frivolidad de tu risa miope se hace rosa profana de salvación perpetua. Aterrizaste ociosa con tus alas de maga para contaminarme en mi desasosiego.
Bajo la luna llena, desnuda y melncólica atraviesas espejos de deseo y de vértigo con la aniquiladora belleza de la fiebre invitando a un viaje de magia y de arrebato. Si arcángel de ebriedad serás imán y pétalo, si reina de las nieves, aviador y diamante.
ÁNGEL RODRÍGUEZ (Londres, 1961)
Madrigal
¿Cómo cantar al sol si es la mañana que llama y es tan dulce besarte cuando sabes que amanece y que tu cuerpo es luz y yo la toco mientras el día duerme aún?
JESÚS GARCÍA CALERO (España, 1965)
Más allá del amor
Si en el amor la noche nos abrasa, no es del amor el límite tan sólo la profunda tiniebla. Dulce pluma también le brinda el pálpito inefable del misterio remoto, en voz, caricia. Pluma o trémula llama que nos funde con la pasión ardiente -¡oh puro fuego!- de tantas altas noches inmoladas noches del alma claras, trascendidas. Nunca el amor, hoguera de la noche, que en las divinas luces se contempla, mas soledad nocturna de los hombres. Nunca el amor, si el hombre sabe amarlo, luz de nieves más tristes y fugaces. Cuando en las noches negras desvalidas.
Pedro Pérez Clotet (España, 1902 – 1966)
Me cuentan que has llorado…
Me cuentan que has llorado oyendo versos míos, Porque tal vez encierran un poco de emoción… ¿Y te has creído acaso que yo al decirlos río?… ¡No, cuantas veces me llora el corazón!…
Si una sonrisa triste me has visto por ventura, No es porque mi vida tenga con qué alegrar… ¡Como si disfrazara sonriendo mi amargura, Me río casi siempre, tratando de olvidar!…
¿Cobarde?…Dios lo sabe si esto es cobardía, O si, por mala suerte, el rumbo equivoqué…, ¿Qué quieres tú que yo haga con esta pena mía, Si ya hace tanto tiempo que vivo así, sin fe?
Me cuentan que has llorado, que se clavó en tu pecho La espina de mi angustia y mi pesar también… Bendita para siempre por todo lo que has hecho; Tus lágrimas sentidas me hicieron mucho bien.
¡Sí tú supieras cómo estoy agradecido!… ¡Acaso pronto un día te lo dirá mi amor, Cuando tus dulces besos como elixir de olvido Vayan cicatrizando mi vida de dolor!…
Me cuentan que has llorado oyendo versos míos, Porque tal vez encierran un poco de emoción… ¿Y te has creído acaso que yo al decirlos río?… ¡No, cuantas veces me llora el corazón!…
Enrique P. Manori
Memorias de mi piel
Mi piel tiene memorias de tus manos recorriendo el desnudo de mi entrega tiene tu aroma tu costado tu aliento tu sabor tu triunfo mis derrotas Mi piel tiene sonidos de ternuras vibrando cada encuentro en la penumbra tiene tus restos y tus rastros la luz opaca del deseo y el rostro del amor amaneciendo
ANA MARÍA MAYOL ( Argentina, 1953 )
Mademoiselle Givenchy
Con la misma línea estrangulada en el talle enfatizando las caderas y los pechos viene mojada la maniquí.
De dónde esta muchacha que era pobre ha sacado ese aire de comercio dónde ha dejado el martirio de Kavafis la revolución de sus sandalias con suela de pescado, el negro sentido de su furiosa réplica de Goya aquella especie de cráneo hermafrodita ni de varón ni de hembra sólo un cráneo sediento interminablemente herido por las moscas perfecto para dar indiferencia lento para negar.
Qué diferente fue sometida esclavizada a otro. Y que domesticada ahora por los flases los dólares las telas dóciles a la luz y al hilo.
Que cambiazo esta negra con penas que lloró y ahora inmaculadamente seria y rica anda mojándose de lluvia libertad.
ISLA CORREYERO (España, 1957)
Mientras tú duermes
Envejecía el mundo sin que yo la advirtiera todas las calles eran la misma calle mil veces recorrida hacia ningún lugar, todos los libros hablaban de lo mismo y en la obscena pantalla del insomnio memoria y deseo fornicaban sin ganas, un solo día gris era mi vida, un eterno domingo sin nadie, amarillentas páginas de una vacua novela con un final previsto que no será feliz.
Todo en el mundo era viejo y cansado llegaste tú, cuando el azar te puso, pedir permiso, a caminar conmigo. ¿Por cuánto tiempo? Un día, un mes, un año, una eternidad o un relámpago. El plazo sería breve aunque infinito fuera.
Después de andar, reír, beber en compañía, esta noche de agosto duermes a mi lado mientras yo sueño sin poder dormir. Hay envidia en mis ojos, no deseo (o más envidia que deseo). Quede el jardín negligente de tus labios para quien tema menos el peso de la dicha. No es tu joven sexo lo que quiero. Sólo quiero, por un instante solo, mirar la noche con tus ojos niños. El mundo vuelve a estar recién creado si me dejas mirarlo con tus ojos.
JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN (España, 1950)
Mujer
pequeña y casi oculta en la penumbra de un gesto oscuro y pulido como el bronce Iba a pasos cortos hacia el fin del día hacia las piedras de la derrota dúctil y recogiendo en su seno el oro de las horas va a pasos rectos hacia el fin del día si alguien la espera en el lindero de su noche que le salga al encuentro y que resuelva esa penumbra elástica donde destellan apenas las horas y se enlazan venas restallantes henchidas de una sangre abrupta y honda que es el primer momento de la luz
AMERICO FERRARI (Perú, 1929)
Mujer en dos tiempos
Ha pasado la flor del aire, las calmas espesas del sur. Ha tenido las piernas sacudidas de olores, caladas por un éter fugaz y anunciador. Aspira el aire como asiéndolo cuando imágenes rojas de poniente le vienen del horizonte al vaso. Porque la figura del deseo como un verso dura más que el tiempo que condensa y después, en estos prostíbulos tristes, renace a veces, rígida y fugaz como un verso, sin futuro, sin esperanza como un verso, rígida.
CARLOS PIERA (España, 1942)
Mujer en la esquina
Ya no tienes siquiera un borbotón de llanto para llenar tus ojos…
Mujer rota en la esquina, esqueje silencioso de un arbusto que fue tronco lozano, ¿qué celeste criatura se te apagó de golpe para que tú te alzaras en medio de tu ruina como un sórdido canto?
El hombre te transita, socava tu amargura y abreva entre tus aguas su sed interminable; pero nunca detiene sus ojos en los tuyos, ni piensa que tú fuiste una dulce muchacha de trenzados cabellos… o una niña que amaba su muñeca, a un hermano, a un árbol, a una rosa…
Mujer rota en la esquina, pregón que nos delata otros mundos siniestros donde el alma es tan sólo una palabra triste; y la sangre un charco sin transcurso; donde los ojos son torpes caminos para llegar al lodo; donde los labios son gritos en pugna y las bocas cavernas infranqueables con un manar de voz como impacientes marejadas de fuego, turbio, impuro…
Mujer rota en la esquina, desgajada de los días hermosos, de los campos floridos, cuando te encuentras sola con tu antigua criatura, cuando sientes tus ojos arrasados de lluvia y no puedes llorarla, ¿qué rencor se te enciende como hermosa bandera para azotar el signo de tu vida? ¿Qué palabra pronuncias? ¿Con qué voz nos golpeas a todos los que fuimos, tal vez, fariseos? ¿Y que desden te cubre la mirada? ¿Y qué odio voraz te quema el pecho? ¿Y qué mano levantas vengativa? ¿Y qué risa nos tiras a la cara como lluvia pequeña?
ANGELINA GATELL ( España, 1926 )
No pido sino tu sola presencia…
No pido sino tu sola presencia tu dorada voz y la tierna caricia de tu mano.
No pido sino tu amor la sangre y tu deseo para mi tiempo.
A cambio yo para ti como la planta para el rocío la rama para el pájaro la nube para el viento.
MARGARITA CARRERA ( Guatemala, 1929 )
Nocturno
La noche nos inventa. Sus amantes, somos sus preferidos amantes. Oye cómo crece su inmenso pulso derramado. Aprisiona su informe aroma.
¿Duermes?
Soñamos juntos al labio del abismo.
La noche nos inventa. Yo te tengo, ámbar toda. Tú cortas de mi sangre las amapolas más lejanas. Bajo la apasionada luna de tus sienes advierto que. la noche entra en nosotros, se enardece lo mismo que yo.
¿Sueñas?
Despiertos, sobre el mundo navegamos. La noche nos inventa. Va naciendo de este extremado limbo compartido una rosa que embriaga como el jugo difuso de la muerte. ¡Acude! ¡Sálvame! Salva este eterno instante, de las sombras detén este latido final.
¿Vives?
Muertos de amor, un lirio nos conduce.
JUAN REJANO ( España, 1903 – 1976 )
Shall We Dance? (2004) | ‘Be This Alive’ (HD) – Jennifer Lopez, Richard Gere | MIRAMAX
Poemas de mis libros EL PASO DEL TIEMPO. Incipit editores (2007). LA MUERTE SIEMPRE CONCLUYE SU TRABAJO (2008). LAS DIOSAS OCULTAN SU SEXO DETRÁS DE LA LUNA (2009) VIVENCIAS, MENTIRAS Y ALGÚN MATIZ UTÓPICO (AÑO 2009)
Hécate, Ars Poetica. Revista Internacional de Poesía, Cuento y Teoría de la Poesía -/- Εκάτη, Ars Poetica. Διεθνής Επιθεώρηση Ποίησης, Διηγήματος και Θεωρίας της Ποίησης
A site where to find various information and resources on evaluation, public policy and evaluating public policies. / Un portal donde encontrar información variada y recursos sobre evaluación, políticas públicas y evaluación de políticas públicas.
Altas Capacidades, Desarrollo del Talento, Destrezas de Pensamiento, Creatividad, Agrupamientos, Aprendizaje Multinivel y Personalización. Un enfoque práctico, riguroso y avalado por la investigación más reciente. ¡Apúntate a la Rebelión del Talento!
Pedalea tu vida es una metafora para no pararse, para seguir siempre adelante aunque a veces haya cuestas, luchar, luchar y luchar siempre...y en definitiva para esforzarnos en ser felices ;)
Leituras da prosa, poesia e teatro de David Haize (R. Roldan-Roldan). O site http://roldan.vilabol.uol.com.br deixou de existir. Seus textos serão movidos para este blog, veja ao fim do menu à direita.